Wednesday, January 08, 2003



[Realidad virtual] Creo que me bajé el disco de...


Ya está: no vamos a comprar más una novedad discográfica. Porque ni el mejor de los discos grabados merece un gasto de $70 (el 20 % del promedio del salario argentino). Y porque, aún en el caso de tener un poder adquisitivo sólido, nadie quiere gastar $70 en algo tan poco gratificante como una cajita de plástico, con un papel adentro, que guarda un disco de policarbonato y aluminio, que a su vez contiene , como suele pasar por estos días, un puñado de malas canciones.

Entonces: bajamos los discos. Y que encontramos? . En el mejor de los casos, gente bien ordenada, que hace una carpetita con el nombre del disco, de la banda, el año de edición, y todas las canciones con nombre correcto y el mismo (alto)nivel de compresión.

Pero no siempre es así, y la mayoría de las veces, uno ya perdió la certeza de lo que baja. El medio es muy atractivo para poner en sharing files algun archivo fakeado . Si hoy bajaríamos Check your head, por ejemplo, jamás pensaríamos que es el verdadero tercer disco de los Beastie Boys. La última vez que me pasó eso fue con el ultimo de Charlatans Uk, en donde inexplicablemente, reemplazan la voz habitual, última gracia que les quedaba luego de la muerte del tecladista, por un falsete incómodo.

Métodos de comprobación: allmusic , duración de los temas, nombres.
Todos métodos facilmente adulterables.

Entonces, si es tan facil reemplazar al Beck original por un Beck falso (valga la redundancia), en algún momento se va a extender esta práctica. Y ahí podemos encontrarnos con varias cosas:

1. El verdadero "Querés ser Fulano por un día?" : Grabás un tema de tu artista favorito, lo nombrás como si fuera en serio un tema de él y lo largás a la vorágine de downloads encadenados.

2. Pérdida de la interferencia del marketing: si cualquiera puede ser cualquiera, y la mayoría va a bajar las cosas de la red, para qué esforzarse en "crear" una imagen?

3. Intervención en la carrera de tus ídolos: No sólo que podes ocupar el lugar de tu artista favorito renombrándote en su nombre, sino que podes intervenir cada una de sus canciones y relanzarlas al universo downloadeable (una especie de Mash up más anarquico y amateur que el que se está instalando, todavía muy atado a lo "puristicamente correcto").

La industria del poster se separa definitivamente del sonido : volvemos a ocuparnos sólo de la música. Cualquiera que haya estado bajando mas o menos asiduamente discos, ya debe tener un monton de discos de los cuales desconoce la tapa. Es mas: debe haber escuchado un monton de bandas de las cuales no vió una mísera foto. La prensa sigue suicidándose al escribir sobre artistas que cada vez venden menos y que solo les interesan a los regaladores de novedades y ultimos lanzamientos mainstream para navidad, mientras se olvida de los fenómenos que surgen en el mundo real (al menos mas "real" que el mundo creado por la gacetilla de una empresa). Los periodistas no encontraron otras fuentes de información y es así como llegan a la música electronica -por ejemplo- a 7 años del exito masivo y a 20 años de que fuera algo interesante de contar.
El poster, independientemente de la música, se vende por los medios habituales, hiperdesarrollados en estos años: legitimización por medio de tapas de revistas y criticas de "especialistas" , por los números de ventas y por campañas publicitarios disfrazadas de "premios". La música ya no se vende, se baja. Se emancipó. se independizó. She´s leaving home.

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